Londres 2015

8:19:00 olga munoz 0 Comments

Este año no tenía esperanza alguna de viajar a ningún lugar. Sí, había hecho escapadas, pero todas habían sido por Catalunya. Un buen día, hablando con unos amigos, uno de ellos dijo: "Antes de acabar el año, tenemos que ir a Londres", así que yo empecé a buscar vuelos y encontramos una súper oferta de "vuelo + hotel", les propuse a todos y decidimos comprarlos. 

A mí me hacía especial ilusión porque la primera vez que viajé sola fue a los 19 (hace 5 años) y fue para ir a Londres para aprender inglés (ya que me concedieron una Beca). Allí estuve un mes y conocí a gente extraordinaria y me acuerdo de cada uno de ellos como si fuera ayer. Así que, tras cinco añazos, ya iba siendo hora de poder volver a este, para mí, mágico lugar (al que, sin duda alguna, volvería de cabeza). 

Como ya os he dicho, a esta mini-escapada fuimos con unos amigos (que también son pareja), Alex y yo. Al tener poco tiempo, decidí hacerme un planning el día antes de partir y les propuse a todos y estuvieron de acuerdo con la ruta. Lo mejor de todo fue que, cumplimos con los plazos de tiempo y pudimos ver TODO lo que estaba en la lista y, encima, pude quitarme una espinita que yo tenía (que pronto veréis a qué me refiero). 



La verdad es que vivimos de todo. Alegría, tensión, estrés, ilusión... La tensión y el estrés fue por el domingo, pero ya llegaremos a ése momento. Poco antes de irnos del Hostal (RestUp Hostel), empezó a nevar. Cuando salimos del hostal, se puso a llover (mal para mí, porque lloviendo no puedo hacer fotos). Tras una hora, dejó de llover y se quedó nublado. Pero es que al cabo de un rato, empezó a hacer sol. Yo no daba a crédito de los cambios que se estaban produciendo. Empezamos por London Bridge, la torre de Londres y el ayuntamiento. Como podréis deducir, para que nos diera tiempo a "todo", decidimos pasar por allí, hacer la foto de "yo he estado aquí" y seguir camino. Aún así pateamos muchísimo.


Seguidamente, nos dirigimos a ver el Big Ben y el Parlamento, el London Eye (la Noria) y la abadía de Westminster. Si os fijáis en las fotos, podréis apreciar cómo va mejorando el tiempo. Las primeras fotos son muy "húmedas" y muy blancas, porque el cielo estaba todo cubierto por nubes grisáceas/blancas. Aquí no hay mucho que explicar, os dejo que veáis las fotos. Nos hizo bueno, la luz era muy bonita y aprovechamos para inmortalizar esos momentos. Bueno, lo único que añadiría en esta parte es que me hubiera gustado montarme en el London Eye. Ya lo hice en su día, pero me encantan las fotos de altura, siempre que voy a cualquier lugar busco miradores para poder hacer fotos en picado. Esta vez, no ha podido ser (carita triste). 



Tras hacernos todas las fotos que eran necesarias en ésa zona, nos dirigimos al Palacio de Buckingham, y lo mejor de todo es que pudimos ver el cambio de guardia. Sí, me lo monté bien porque pensé que si seguíamos el plan que yo había elaborado podríamos llegar a verlo, y así fue. También he de decir que, las mejores plazas ya estaban ocupadas, así que lo tuvimos que ver de lejos y de puntillas, ya que los cuatro somos bajitos. Al principio, de la cantidad de gente que había, llegué a pensar que podríamos ver a la Reina, pero ahí ya me flipé mucho. hahaha


Después de pisar muchos charcos (soy un desastre), seguimos ruta hacia Trafalgar Square. Por el camino, vimos este cartel que dice "La gente delgada es más fácil de raptar, come más tartas". Me hizo gracia porque son los típicos carteles de "visto en las redes". En Trafalgar Square, vimos flores cerca de una de las fuentes, en memoria a las víctimas de París. También, vimos a dos chicos hacer malabares con bicicletas. Al principio tenían mucho público, pero tardaron tanto en empezar que al final, quedaron cuatro gatos (entre ellos, nosotros, lo que te sientes con más presión para dejarles un donativo, hahaha. Lo hicieron tan bien, que no hubo presión alguna para darles algo).


Tras visitar Trafalgar Square, decidimos ir a Picadilly y el barrio chino, así poder comer allí porque ya empezaban a sonar las tripas. Antes de poder llegar al barrio Chino, nos topamos con la M&M Store... una perdición para los amantes del chocolate. A mí, por suerte o por desgracia, no me gusta el chocolate, pero tuve que entrar por el resto, ahaha. Así que aproveché de hacer fotos y vídeos. 


Y, por fin, llegamos al barrio chino. Eso significaba poder comer de una vez por todas. Recorrimos las calles. Vimos que estaba todo en obras (como podéis apreciar en las fotos), y después nos decidimos por un restaurante que no era muy caro y tenía la apariencia de ser decente. Fue allí cuando me encontré con Catia (una amiga que hice de erasmus, en Finlandia). Comimos juntos y se vino con nosotros a pasar la tarde. 


Y aquí la tenéis, una más del grupo haciéndose fotos con nosotros. Nos lo pasamos genial con ella, la verdad es que es un encanto y me hizo muchísimas ilusión que después de casi tres añazos pudiera reencontrarme con ella. 


Tras hacernos todas esas fotos, decidimos irnos a Harrods. Nico quería visitarlo y, la verdad que, ¿por qué no? Es uno de los lugares a los que se debe ir para decir "he estado en Londres". Allí no hice fotos por dentro, ya que era inmenso y llegué a agobiarme un poco, pero es que había de todo. Sólo nos detuvimos en la zona de "niños", aunque habían más adultos que otra cosa. (creo yo que lo disfrutamos más nosotros que los peques). 


Y tras salir de Harrods y perdernos para buscar Hyde Park (que estaba a NADA, pero decidimos dar toda la vuelta para hacer turismo hahaha), llegamos al "WINTER WONDERLAND". Es uno de los lugares a los que siempre había querido ir y, al fin pude quitarme la espinita que tenía clavada en el corazoncito. Winter Wonderland es como un parque temático que está ambientado en la navidad. Dura desde mediados-finales de Noviembre hasta principios de Febrero. Lo mejor de todo es que, cuando compramos los billetes yo no sabía si aún habrían abierto, pero resulta que ése fin de semana era cuando empezaba la magia. ¡¡Mejor, imposible!! La lástima fue que me quedé pronto sin batería, pero acabé disfrutando como una niña (ah, también pasé frío). Así que, recomiendo a todos los que os guste la navidad y tengáis pensado el ir a Londres, el no perderos esta experiencia. It's worth it (merece la pena)


Nos fuimos a dormir muy contentos. Pero antes de irnos al Hostal, pasamos por un pub llamado "Chaplin" y presenciamos Londres en su estado puro, ya que vimos una pelea entre dos chicos, rompiendo cristales y todo. Tras observar eso, ya nos fuimos diciendo "lo hemos visto todo" y dormimos plácidamente.
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El domingo, aprovechamos para hacer las típicas compras de "yo he estado aquí", es decir, compramos cuatro souvenirs para la familia y nos pusimos en marcha, ya que a las 14:30 horas de la tarde, teníamos que partir desde Liverpool Street hacia el aeropuerto si  no queríamos llegar tarde. Así que, nada más salir del Hostal, fuimos a cuestas con las maletas. ¡¡Recorrimos Piccadilly Circus, St. Paul's Cathedral, King's Cross y Candem con éstas!!, Todo un mérito para mí, porque, a la vez, tenía que ir haciendo fotos.

Como es de lógica, en Piccadilly no hice fotos, porque teníamos el tiempo justo como para estar fotografiando. Así que las primeras que os traigo son las de St. Paul's Cathedral y el puente Millennium, ¡me encanta ése puente! 



Bueno, aquí como extra, os he añadido dos fotos de Picadilly (resulta que sí hice algunas fotos mientras esperaba a que abrieran las tiendas). Y como son de una mañana de domingo, lo bueno es que No había nadie en la calle. Si es que nos levantamos muy temprano... 

Tras ver el puente de Millennium, al final de éste había un mercadillo navideño en el que Alba se compró unas castañas (no se pudo resistir más), mientras, yo me dirigí a uno de los expositores para preguntar por el metro más cercano y el chico me preguntó que adónde me dirigía. Se me ocurrió decirle Candem (porque no quería pronunciar "King's Cross", ya que siempre lo hago mal y digo "King Cross", me como la "s". Bueno, después de repetirlo varias veces, ya no me olvido de pronunciarla. El chico me estuvo como 15 minutos de reloj diciendo que no fuera a Candem, que era muy artificial y que era un lugar para turistas pero que no conservaba la esencia de Londres. Yo le dije que sintiéndolo mucho, yo era turista y que quería ir a Cadem, así que para allí que fuimos. 


Eso sí, antes de pasar por Candem, me quité otra de las espinitas que tenía clavada. Y era la de hacer una foto friki, estilo Harry Potter. Los que me conocen, saben perfectamente que HP es mi saga favorita. Me leí todos los libros e incluso el último me lo leí en inglés porque no podía esperar a que saliera en castellano. Cuando estuve en Londres hace cinco años, pasé por King's Cross, pero no entré ni me hice fotos en el andén 9 3/4, así que me supo muy mal volverme con la sensación de no haber hecho todo lo que tenía que hacer. Así que este año, sí o sí era un "MUST DO". (otra cosa más a tachar de mi lista). 

Tras pasar por la tienda de Harry Potter y enamorarme de todo lo que vendían y sufrir las tentaciones, pero resistirme a ellas, nos dirigimos finalmente a Candem. Allí, no sé cómo, nos perdimos. Fueron 10 minutos larguísimos, pero al final nos pudimos encontrar. No nos podíamos permitir el perdernos, ya que en un par de horas teníamos que estar rumbo al aeropuerto. 

Nada más llegar, vimos a Alicia y al sombrerero loco, así que les hice una foto y seguimos ruta. (En un principio, nos íbamos a hacer la foto con ellos, pero fue cuando descubrimos que Alba y Nico no estaban).  



Después, quedamos en encontrarnos en un punto, ya que Nico y Alba querían comprar y Alex y yo queríamos visitar la zona. Así que nos separamos de manera consciente y nos pusimos a dar vueltas por allí. Alex nunca había estado en Candem y la verdad es que le hubiera gustado poder estar más rato por allí, así que tenemos asegurado el volver. (¡¡Yuhu!!). Finalmente, nos encontramos y nos pusimos a comer, ya que una de las mejores cosas que tiene Candem Lock es que hay infinidad de paraditas de comida. ¡¡A cada cual mejor!! 

Curiosidad: mientras paseaba por las callejuelas, se me puso una cara delante de la mía. Me encontré con un amigo fotógrafo y yo flipaba que de entre la multitud me hubiera reconocido y nos hubiéramos visto. ¡¡Increíble!! 

Tras comer, nos fuimos ya para el metro, pero resultó haber una fuga y nos tuvimos que ir a otro que estaba a unos 10 minutos de allí (y eso que íbamos apurados de tiempo, no nos podíamos permitir contra tiempos). Cuando llegamos a la estación Liverpool Street, supe que había partido de fútbol porque escuchamos cánticos y a mí se me puso la piel de gallina. Parecía estar en un estadio. Cuando fui a imprimir los billetes, podía ver que ponía: próximo tren a las 14:14, miré el reloj y eran las 14:38h, me quedé helada pensando que lo habíamos perdido. Fui a información a preguntar y me dijo: si os dais prisa, en 4 minutos sale uno en la vía 14. Nos ves a los cuatro corriendo intentando no perder el tren (porque, realmente, yo no sabía cuánto habría de Liverpool Street al aeropuerto de Southern). Por suerte llegamos. 

El aeropuerto es súper cuco (súper pequeñito). Sólo habían 5 aviones por salir y 6 puertas más o menos, para embarcar, así que no había pérdida alguna. 

La experiencia fue muy grata. Me quedó poder ver a mi ex-compañera de piso, Andrea, que por culpa de mi móvil no pude verla =(( pero todo lo demás, fue genial. Una experiencia que seguro que no voy a olvidar y que nos ha dejado un "buen sabor de boca". 

¿Qué pensáis? ¿Creéis que deberíamos de haber visitado otros lugares? Dejad un comentario ayudándonos a conocer más sobre Londres. Evidentemente, nos dejamos cosas por ver, pero creo que lo que vimos fue lo esencial. ¿Qué hubierais visitado vosotros? 

¡¡Nos vemos en la próxima chicos!!

Olga Muñoz

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